¿Cómo hago para cambiar hábitos malos?
Enfócate en lo que querés cambiar
¿Querés dejar de comer comida chatarra? ¿Dejar de despertarte cada mañana de mal humor? ¿Abandonar la vida sedentaria? El primer paso es tomarte unos minutos para pensar y anotar todas las costumbres de las que querés deshacerte y destacar qué beneficios obtendrías con ese cambio. Es importante ser consciente de porqué quiero cambiar es hábito, qué cosas malas me aporta y qué cosas buenas. Según estudios de salud, puede ser más fácil eliminar un mal hábito cuando el resultado que querés es beneficioso para tu salud.
Identifica tus desencadenantes
Los desencadenantes son el primer paso para desarrollar un hábito. Identificar los factores desencadenantes detrás de sus comportamientos habituales es el primer paso para que los superes. Podés hacerte estas preguntas para rastrear el origen y si seguís algún patrón del hábito: ¿Dónde ocurre el comportamiento habitual? A que hora del dia ¿Cómo te sientes cuando sucede? ¿Hay otras personas involucradas? ¿Sucede justo después de otra cosa? Al identificar sus desencadenantes, tenés forma de ser consciente, retroceder y no tener el piloto automático en funcionamiento.
Armá una estrategia para eliminar el hábito
La mejor forma de eliminar el hábito es sustituirlo por otro que te haga bien. Si, por ejemplo querés dejar de comer comida chatarra cuando tenés hambre en el trabajo, lo mejor sería que te prepares un Tupper con frutas secas, nueces, frutas frescas o el almuerzo saludable para guardar en el escritorio y tenerlo a mano cuando te agarre hambre. Así estarías eliminando ese comportamiento que te lleva a comer mal. A medida que repitas el nuevo comportamiento, se irá desarrollando el impulso de seguir la nueva rutina. Eventualmente, después de ver las recompensas del nuevo hábito (más energía y menos colapso de azúcar), la necesidad de seguir haciéndolo podría superar el deseo de continuar con el viejo hábito.
Déjate recordatorios
Estos son recordatorios para ayudarte a romper el patrón al crear desencadenantes y alertas positivas para mantenerte en el camino: poné las zapatillas para correr al costado de la cama para que las veas a primera hora de la mañana o configurá una alerta en tu teléfono para que te vayas al gimnasio, o para encontrarte con vos mismo y medir tu nivel de estrés de camino a casa antes de que sea demasiado alto y fuera de tu control.
Apóyate y recompénsate
En algún momento de tus esfuerzos por romper un hábito, llegas a un punto en el que te preguntas ¿Por qué me molesto en luchar con esto? Te podés sentir desanimado o que estás haciendo emocionalmente lo más difícil de tu vida y que hay poca recompensa. Esto es normal, el punto más bajo en el proceso, y debes mantener tus ojos en el premio. Pero también debe asegurarse de generar una recompensa.
No te rindas
Tenés que ser persistente y paciente. Cuanto más antiguos sean tus hábitos, más difícil te será cambiarlos. Es importante que aunque falles y vuelvas a tus hábitos anteriores no dejes de intentarlo. Es normal que tus hábitos sean difíciles de romper. ¡No te rindas! Si hoy no lo has podido conseguir, mañana tienes otra oportunidad para intentarlo.
También podes escuchar mi podcast de cambio de hábitos para más información.