4 hábitos que debilitan tu sistema inmunológico
¿Sabías que ciertos hábitos alimenticios pueden impedir que el sistema inmunológico haga un buen trabajo?
Ingerir 100 gramos (8 cucharadas) de azúcar, el equivalente a aprox dos latas de gaseosa, puede reducir la capacidad de los glóbulos blancos para matar gérmenes en un 40%. El efecto inmunosupresor del azúcar comienza menos de treinta minutos después de la ingestión y puede durar cinco horas.
La ingesta excesiva de alcohol puede dañar el sistema inmunológico del cuerpo de dos maneras. Primero, produce una deficiencia nutricional general, privando al cuerpo de valiosos nutrientes que estimulan el sistema inmunológico. En segundo lugar, el alcohol, como el azúcar, consumido en exceso puede reducir la capacidad de los glóbulos blancos para matar gérmenes. Las dosis altas de alcohol inhiben la capacidad de multiplicación de los glóbulos blancos, inhiben la acción de los glóbulos blancos asesinos sobre las células cancerosas y disminuyen la capacidad de los macrófagos para producir factores de necrosis tumoral.
A veces, el sistema inmunológico reconoce a una sustancia inofensiva (por ejemplo la leche) como un invasor extraño y la atacan, provocando una reacción alérgica. Después de muchos encuentros con alérgenos alimentarios, la pared del intestino se daña, lo que permite que los invasores y otras sustancias potencialmente tóxicas de los alimentos ingresen al torrente sanguíneo y hagan que el cuerpo se sienta miserable. Esta condición se conoce como síndrome del intestino permeable.
La obesidad puede provocar un sistema inmunológico deprimido. Puede afectar la capacidad de los glóbulos blancos para multiplicarse, producir anticuerpos y apresurarse hacia el sitio de una infección.
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